lunes, 5 de septiembre de 2011

¿Qué puede estar pasando en la Tierra, en otros niveles y dentro de nosotros? ¿Y qué podemos hacer?


Se transcribe a continuación la nota publicada el 4 de septiembre de 2011 por Enrique de Vicente Martín en su perfil Facabook, en la que explica con mucha claridad todo los que estamos experimentando en nuestro interior.

"Me impulsan a romper mi deliberado silencio en FB los comentarios “pesimistas” que las señales que éste ha dejado en mi Muro, veo en el de un amigo muy querido, y al que se suman otros muchos, quienes describen certeramente las sensaciones de malestar o distorsión que muchos venimos experimentando en los últimos días, cada uno a nuestra manera.   
Ante ellos no puedo dejar de compartiros raudamente algunas reflexiones, que más que producto de mi mente racional, son inspiradas por quienes Saben más que yo. Y escribo estas palabras desconectado de internet –aunque luego me conecte para compartirlas en el Muro– porque sobre todo la Red, aunque también la TV, siento que nos perturban, nos hipnotizan, vampirizan y bajan aún más –si cabe- nuestro nivel vibratorio.
Al escribirlas he de dejar de lado, provisionalmente, la condición de estudioso objetivo de muchos temas y arriesgar el menor o mayor prestigio que tenía en algunos como tal. Así lo he venido haciendo desde el pasado noviembre, y muchos creen que “se me ha ido la olla”. Sólo el tiempo y las vivencias de cada uno podrán juzgarlo. Cualquiera que escuche aquellas entrevistas y las posteriores Notas de este Muro, y repase lo que ha sucedido desde  entonces podrá comenzar a hacerlo.
Porque ¿de qué valen 49 años de investigaciones y experiencias en campos muy diversos, si no me atrevo a hablar con claridad de mis conclusiones subjetivas pero claras, cuando creo que estamos atravesando el momento más crucial de nuestra historia? Me siento obligado a luchar por mis convicciones, como siempre he intentado hacerlo, y a compartirlas con otros, a quienes creo pueden ayudar de forma decisiva.  
Muchos de quienes compartimos la experiencia de Chartres nos hemos sentido luego perturbados, experimentado cambios que no acabamos de comprender, incluso nos hemos sentido “abandonados”  por los seres de luz que suponíamos están aquí para ayudarnos y protegernos si así lo pedimos.
En nuestra forma de ver las cosas, esto podría deberse a varios motivos:
  • Como sostienen científicos rusos y ya he explicado otras veces, el Sistema Solar estaría pasando por una zona de grandes perturbaciones, que nos obligaría a realizar cambios radicales si queremos adaptarnos a las nuevas condiciones y sobrevivir física y psíquicamente a este Proceso de Cambio total.
  • Como parte de ese Proceso, en los últimos días nos hemos visto sometidos a una gran tormenta electromagnética, cuyo correlato terrestre podemos ver en los trastornos climáticos y sísmicos, y también lo hemos experimentado en nuestros propios cuerpos y psiquismos.
  • También sufrimos las consecuencias del ajuste vibratorio entre la energía de la Tierra y las nuevas energías cósmicas que están llegando. Esto, como lo anterior, tendrá sus vaivenes, pero es algo que se irá incrementando progresivamente, al igual que la sensación de aceleración creciente, en especial después del 28 de octubre, como saben quienes han estudiado a fondo el Calendario Maya.
  • Pero no es el objetivo de esta Nota hablaros de todo eso, ni de los desconcertantes acontecimientos cósmicos y terrestres que nos esperan. Porque mi propósito no es alimentar curiosidades, sino despertar conciencias de guerreros dispuestos a luchar por ellos mismos y por la Tierra.
  • Yendo al grano: Este planeta habria estado dominado durante milenios por fuerzas oscuras, que se distribuyen en muchos niveles similares a los de una pirámide y se sustentarían con nuestra esclavitud, negatividad y sufrimiento.  
  • Habría seres, de nivel vibratorio opuesto y luminoso, que estarían viniendo aquí porque quieren rescatar y elevar la vibración de este planeta, para que nosotros acabemos con nuestro malvivir en esta cárcel como máquinas hipnotizadas y recuperemos nuestra condición original y nuestras grandes potencialidades adormecidas. Por supuesto que no sería sólo un acto altruista y algo que muchos de ellos “nos deben” por habernos dejado tirados hace mucho. También interesaría que la Tierra elevase su vibración, para que entrase en la misma frecuencia energética que otros planetas y soles, porque eso sería necesario para el equilibrio cósmico.
  • Eso supondría el fin de este chiringuito, tomado por un sinfín de vampiros, cucarachas y garrapatas que se alimentan de la sangre, el terror, la tristeza y la negatividad. Pero, en definitiva, DEPENDE DE NOSOTROS que sea así o se quede en un intento fallido.
  • Por ello, se estaría librando una gran batalla, en otros niveles dimensionales, y nosotros sentiríamos en el nuestro los efectos de la misma.
  • Como consecuencia de ese combate, se estaría consiguiendo el objetivo de abrir una brecha en el muro de esta prisión virtual, creando –por expresarlo de una manera inteligible– un pequeño umbral o espacio, donde uno podría estar protegido si “se sitúa dentro del mismo”.
  • Imaginaros esta cárcel dimensional o vibratoria como una circunferencia, que antes estaba completamente “tomada”, y a la que se le han arrebatado 30º. Si uno consiguiese entrar en ese pequeño arco, en ese umbral, y mantenerse ahí, puede sentirse protegido y “acceder a nuevos paquetes de información”. Y, si todo saliese bien, ese arco de libertad podría ampliarse mucho más para el 28 de octubre.
  • Pero de poco valdría que intententasen ayudarnos. Porque hay muchos seres petrificados que no quieren abandonar su alimento barato, e incluso poner en riesgo su existencia, al igual que sus subordinados que “se aprovechan de su satatus quo”; por ello están luchando con todas sus fuerzas para que no cambie este estado de cosas, para que el Sistema hipnótico en que vivimos no llegue a su fin.
  • Si esto fuese así, quienes intentamos luchar por una nueva conciencia y para que cambie este siniestro estado de cosas, lo normal es que estuviésemos siendo muy atacados. Por eso debemos intentar mantenernos impecablemente despiertos. Sé que es algo muy difícil, no imposible. Una y otra vez caigo y me pregunto si alguna vez podré conseguirlo. Pero al menos intento lanzar el mensaje, seguro de que encontrará seres dispuestos a realizarlo: Basta que una pequeña masa crítica despierte y eleve su vibración para que todo empiece a cambiar. Si no estuviese convencido de ello, no dilapidaría ni mi tiempo ni mi imagen diciendo cosas tan aparentemente locas.
  • Para acceder a dicho umbral, uno tiene –y sabemos por experiencia lo tremendamente difícil que resulta– que abstenerse de cometer actos negativos contra otros, de tener pensamientos negativos sobre uno mismo, de juzgar a los demás, de tener falta de objetivos positivos y claros en la vida, de estar mucho tiempo colgado de la TV y sobre todo de internet (ya imagino las críticas que una afirmación tan impopular despertará entre quienes se molesten en leer estas líneas, pero es mi obligación recordar que la Red es una herramienta maravillosa, como un cuchillo o un bisturí, pero usada en exceso y sin conciencia acaba cortándonos).
  • Interpreto los cambios individuales, especialmente experimentados por quienes estuvimos en Chartres ayudando a conectar la Tierra con el Cielo para rebajar la tensión del Proceso, como ajustes, que se están dando en nuestros cuerpos.  Para asimilarlos o asentarlos, lo recomendable sería: activarse, moverse, salir al campo, abrazar árboles sintiendo cómo se conecta la raíz con la copa de los mismos, intentando (con la INTENCIÓN de) sanar a las plantas y a la Tierra, al tiempo que nos sanamos a nosotros mismos; y, aún mejor, hacer ejercicios taoístas o de yoga, o formas de meditación en las que mantengamos nuestra mentes centradas en frases e imágenes positivas y en la Sonrisa Interior (en estos próximos meses, si las dejamos en blanco corremos el riesgo de que se nos llenen de murciélagos y cucarachas, traducidos en pensamientos negativos y de desánimo)…
Una imagen vale más que mil palabras. Pensad en los murciélagos, que pueden estar chupando la sangre a una vaca mientras ésta se mantiene adormecida.
¿Queremos sentirnos como vacas lentamente desangradas, como borregos que sobreviven en el redil, mientras les trasquilan y finalmente acaban en el matadero? ¿Vamos a rendirnos sin luchar?
¿O vamos a tomar conciencia de que somos mucho más que eso y podemos manifestarlo?  

Cada uno de nosotros debe responderse a sí mismo a estas preguntas, una y otra vez: ¿Queremos ser borregos o guerreros?  

(Os ruego hacer vuestros comentarios dentro de esta nota, para que así se conserven.  Críticos abstenerse, por favor. Ya sabemos que es más fácil criticar que dar frutos)

Un abrazo fraternal. Y no olvidéis nunca que nacimos del polvo de las estrellas y que ellas son nuestra meta.

¡Con la vista levantada al Cielo y con los pies en la Tierra!"

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